
Jesus Lacerado
6 noviembre, 2021
Pelicanos
9 noviembre, 2021Nuestra Señora de los Dolores del Cerro




El Arte Guatemalteco tiene referentes artísticos del periodo de la Dominación Española que valen la pena admirar y estudiar como parte de las expresiones del arte que han logrado posicionarse a lo largo de la historia en las conmemoraciones religiosas que se tiene a lo largo del año.
En ese sentido deseo, dedicar estas líneas a la escultura de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro venerada en la parroquia de Nuestra Señora de Candelaria de esta Nueva Guatemala de la Asunción y que representa a uno de los momentos más duros de la vida de la Madre de Dios como lo es el dolor mismo, ante el martirio de su hijo por parte de nuestros pecados.
La devoción a tan insigne efigie tiene sus orígenes en el Valle de Panchoy que fue el asentamiento de la Ciudad de Santiago de Guatemala en una Ermita que dependía de la iglesia parroquial de la Candelaria y a cuyos oficios sagrados asistían los vecinos del pueblecito llamado Santa Ines Hortelanos, dependiendo de la administración religiosa de los padres Dominicos . 1
El principio de esta Ermita tiene como punto de partida al vecino Silvestre Paz quien mando hacer de un trozo de madera del cual emanaba una misteriosa luz como lo relata Domingo Juarros a la escultura de la Virgen del Cerro y esta fue puesta a veneración en la casa del citado vecino y procesionada los días miércoles por la noche , hasta que este recinto se hizo insuficiente por lo que se procedió a levantar dicha capilla, siendo estrenada en el año de 1703 el domingo después de la Epifanía, quedando aun así pequeña la capilla por lo que en el año de 1710 el Alferez Don Juan Estrada amplio la capilla e hizo construir una casa para los penitentes que realizaban sus jornadas de piedad en dicha ermita. 2
La cita edificación fue afectada por los terremotos de 1717 y tal como lo demuestra el padre Fray Francisco Ximenez OP en su crónica de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala la casa de hospedaje fue reparada para el año de 1719.3
En el año de 1736 el Obispo Gómez de Parada realiza un visita pastoral al Barrio de Candelaria el visitador aduce que gran parte de las cofradías de este barrio, funcionaban sin ordenanzas a excepción de la cofradía de la Virgen de los Dolores del Cerro que si las tenía, esto según aduce el prelado era para cumplir con lo ordenado en la Constitución del Papa Clemente VIII respecto a las ordenanzas del 7 de diciembre de 1602.4
Esto nos demuestra que para el siglo XVIII , la efigie de la Virgen de los Dolores del Cerro tenía ya una cofradía organizada y funcionando con ordenanzas esto nos hace pensar que su culto era de mucho arraigo y trascendencia motivo por el que vale la pena citar que dicha institución por medio de un Breve del papa Clemente XIV del 14 de Junio de 1773, gozaba de una serie de privilegios para sus miembros los cuales celebraban 16 misas cantadas en el año y tenían que pagar 3 reales para entrar a la citada cofradía y un real de manera perpetua mientras estuvieran en ella en calidad de hermanos activos.5
La cofradía de la Virgen de los Dolores del Cerro, tenía a su cargo varias celebraciones en su Ermita dentro de las cuales destacamos la Circuncisión del Señor, La Santa Cruz en Mayo, La festividad de las Dolores en Septiembre y el Viernes de Dolores con ello queda demostrando que tenía una vida económica y religiosa activa en el siglo XVIII, esto también podríamos deducirlo de las misas de Réquiem celebradas en su Ermita ya que su altar era privilegiado para las citadas misas.6
Con motivo de la peste de Viruela del año de 1733 y que causo un gran número de muertos en la ciudad de Santiago, se hicieron muchas rogativas dentro de la que destaca la realizada con la Virgen de Dolores del Cerro que se llevó en procesión por los conventos de monjas de la ciudad de Santiago , los días 15 y 16 de Junio del citado año luego de haberle realizado un novenario en la Parroquia de Candelaria demostrando con ello que la dicha efigie, se había posicionado en un lugar preponderante en la sociedad colonial.7
Los terremotos de Santa Marta de 1773 y el posterior, traslado de la ciudad al Valle de la Virgen y en cumplimiento de la Real Disposición de Carlos III, las iglesias filiales de la destruida cuidad de Santiago se unieron a sus iglesias matrices, pasando la escultura de la Virgen de Dolores del Cerro a la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria donde actualmente se le venera desde el 18 de mayo de 1784 cumpliendo este año 232 años de veneración en esta ciudad capital.8
En el año de 1963 junto al Nazareno de Candelaria fue procesionada por las calles de la Antigua Guatemala con motivo de la peregrinación realizada a la antigua metrópoli conmemorando los 400 años del Nazareno de la Serena Mirada tomando como referencia los datos de Víctor Miguel Díaz publicados a inicios del siglo XX.9
La citada imagen de la Virgen de Dolores del Cerro también fue sacada en procesión por algunos años en el cortejo infantil de la Candelaria hasta que se esculpió la réplica de la Virgen de Dolores que hoy en día es procesionada el Quinto Sábado de Cuaresma.
Notas:
1 Díaz Víctor Miguel, La Romántica Ciudad Colonial, Tipografía Nacional de Guatemala, Guatemala Año 1927 Pág46
2 Juarros Domingo, Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala, Folletín del Diario de Centro América, Tipografía Nacional de Guatemala, Guatemala Año 1936 Págs. 152-153
3 Ximenez Francisco, Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala, Orden de Predicadores, CUARTA PARTE (Libro Séptimo) Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, Biblioteca Goathemala , Volumen XXV Primera Edición del Manuscrito Original, Guatemala, Año 1971,Pag141.
4 AHAG, Visita a los Curatos de la Capital, Años 1686-1769, Folios 27-28
5 AHAG, Secretaria de Gobierno Eclesiástico Cartas Expediente 52
6 AHAG, Fondo Parroquial Nuestra Señora de Candelaria, Sacramental, Cofradías, Libro de Hermanos Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro.
7 Juarros Domingo, Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala, Pag164
8 Ibíd., 153
9 Díaz Víctor Miguel, La Romántica Ciudad Colonial, Págs. 45-46
En ese sentido deseo, dedicar estas líneas a la escultura de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro venerada en la parroquia de Nuestra Señora de Candelaria de esta Nueva Guatemala de la Asunción y que representa a uno de los momentos más duros de la vida de la Madre de Dios como lo es el dolor mismo, ante el martirio de su hijo por parte de nuestros pecados.
La devoción a tan insigne efigie tiene sus orígenes en el Valle de Panchoy que fue el asentamiento de la Ciudad de Santiago de Guatemala en una Ermita que dependía de la iglesia parroquial de la Candelaria y a cuyos oficios sagrados asistían los vecinos del pueblecito llamado Santa Ines Hortelanos, dependiendo de la administración religiosa de los padres Dominicos . 1
El principio de esta Ermita tiene como punto de partida al vecino Silvestre Paz quien mando hacer de un trozo de madera del cual emanaba una misteriosa luz como lo relata Domingo Juarros a la escultura de la Virgen del Cerro y esta fue puesta a veneración en la casa del citado vecino y procesionada los días miércoles por la noche , hasta que este recinto se hizo insuficiente por lo que se procedió a levantar dicha capilla, siendo estrenada en el año de 1703 el domingo después de la Epifanía, quedando aun así pequeña la capilla por lo que en el año de 1710 el Alferez Don Juan Estrada amplio la capilla e hizo construir una casa para los penitentes que realizaban sus jornadas de piedad en dicha ermita. 2
La cita edificación fue afectada por los terremotos de 1717 y tal como lo demuestra el padre Fray Francisco Ximenez OP en su crónica de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala la casa de hospedaje fue reparada para el año de 1719.3
En el año de 1736 el Obispo Gómez de Parada realiza un visita pastoral al Barrio de Candelaria el visitador aduce que gran parte de las cofradías de este barrio, funcionaban sin ordenanzas a excepción de la cofradía de la Virgen de los Dolores del Cerro que si las tenía, esto según aduce el prelado era para cumplir con lo ordenado en la Constitución del Papa Clemente VIII respecto a las ordenanzas del 7 de diciembre de 1602.4
Esto nos demuestra que para el siglo XVIII , la efigie de la Virgen de los Dolores del Cerro tenía ya una cofradía organizada y funcionando con ordenanzas esto nos hace pensar que su culto era de mucho arraigo y trascendencia motivo por el que vale la pena citar que dicha institución por medio de un Breve del papa Clemente XIV del 14 de Junio de 1773, gozaba de una serie de privilegios para sus miembros los cuales celebraban 16 misas cantadas en el año y tenían que pagar 3 reales para entrar a la citada cofradía y un real de manera perpetua mientras estuvieran en ella en calidad de hermanos activos.5
La cofradía de la Virgen de los Dolores del Cerro, tenía a su cargo varias celebraciones en su Ermita dentro de las cuales destacamos la Circuncisión del Señor, La Santa Cruz en Mayo, La festividad de las Dolores en Septiembre y el Viernes de Dolores con ello queda demostrando que tenía una vida económica y religiosa activa en el siglo XVIII, esto también podríamos deducirlo de las misas de Réquiem celebradas en su Ermita ya que su altar era privilegiado para las citadas misas.6
Con motivo de la peste de Viruela del año de 1733 y que causo un gran número de muertos en la ciudad de Santiago, se hicieron muchas rogativas dentro de la que destaca la realizada con la Virgen de Dolores del Cerro que se llevó en procesión por los conventos de monjas de la ciudad de Santiago , los días 15 y 16 de Junio del citado año luego de haberle realizado un novenario en la Parroquia de Candelaria demostrando con ello que la dicha efigie, se había posicionado en un lugar preponderante en la sociedad colonial.7
Los terremotos de Santa Marta de 1773 y el posterior, traslado de la ciudad al Valle de la Virgen y en cumplimiento de la Real Disposición de Carlos III, las iglesias filiales de la destruida cuidad de Santiago se unieron a sus iglesias matrices, pasando la escultura de la Virgen de Dolores del Cerro a la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria donde actualmente se le venera desde el 18 de mayo de 1784 cumpliendo este año 232 años de veneración en esta ciudad capital.8
En el año de 1963 junto al Nazareno de Candelaria fue procesionada por las calles de la Antigua Guatemala con motivo de la peregrinación realizada a la antigua metrópoli conmemorando los 400 años del Nazareno de la Serena Mirada tomando como referencia los datos de Víctor Miguel Díaz publicados a inicios del siglo XX.9
La citada imagen de la Virgen de Dolores del Cerro también fue sacada en procesión por algunos años en el cortejo infantil de la Candelaria hasta que se esculpió la réplica de la Virgen de Dolores que hoy en día es procesionada el Quinto Sábado de Cuaresma.
Notas:
1 Díaz Víctor Miguel, La Romántica Ciudad Colonial, Tipografía Nacional de Guatemala, Guatemala Año 1927 Pág46
2 Juarros Domingo, Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala, Folletín del Diario de Centro América, Tipografía Nacional de Guatemala, Guatemala Año 1936 Págs. 152-153
3 Ximenez Francisco, Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala, Orden de Predicadores, CUARTA PARTE (Libro Séptimo) Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, Biblioteca Goathemala , Volumen XXV Primera Edición del Manuscrito Original, Guatemala, Año 1971,Pag141.
4 AHAG, Visita a los Curatos de la Capital, Años 1686-1769, Folios 27-28
5 AHAG, Secretaria de Gobierno Eclesiástico Cartas Expediente 52
6 AHAG, Fondo Parroquial Nuestra Señora de Candelaria, Sacramental, Cofradías, Libro de Hermanos Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro.
7 Juarros Domingo, Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala, Pag164
8 Ibíd., 153
9 Díaz Víctor Miguel, La Romántica Ciudad Colonial, Págs. 45-46